Uno de los mayores temores de los niños españoles cuando traen un suspenso a casa es que sus padres les quiten el teléfono móvil o les prohíban conectarse a internet. Así lo concluye un Eurobarómetro publicado ayer en Bruselas, que confirma que los niños de 12 a 14 años están muy familiarizados con ambas tecnologías y que la era de la información ha cambiado incluso las formas de castigo.
Según el Eurobarómetro, los niños europeos de esta edad se conectan a internet varias veces al día y tienen su propio teléfono móvil, sin que haya un control demasiado estricto por parte de los padres, excepto algunos límites establecidos en función del tiempo y del saldo del móvil. Para los pequeños expertos de la Red, la aparición espontánea de páginas porno mientras navegan por internet se ha convertido en algo normal que no les asusta y que ven tan sólo como un obstáculo para su navegación. Sin embargo, confiesan que el uso de identidades falsas sí les preocupa y algunos de los encuestados confiesa haber tenido problemas por esta causa.
Por lo general, las niñas tienden a utilizar más el móvil e internet que los niños para permencer en continua comunicación con su entorno de amigos, mientras los niños hacen un uso más recreativo. Ambos prefieren internet a un libro.
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